Modera tu entusiasmo
Por Andrés Palma | 06 de Julio 2009

Los efectos de la muerte de Michael Jackson se extienden mucho más allá de la industria musical y la congoja de los fans. Y es que la tarde del 26 de junio, una vez escuchado el rumor, el acto instintivo de muchos fue colocarse frente al computador, abrir una ventana de navegador y saltar de sitio en sitio buscando una comprobación a lo que hasta ese momento sólo era un murmullo. Mientras, Twitter y Facebook literalmente hervían en posts,re-tweets y mensajes directos difundiendo pedazos de datos, que por su abundancia, fueron configurando la evidencia hacia el final del día. Lo curioso era que, a pesar de ello, los medios tradicionales aún no confirmaban la muerte. De allí que la frase “Twitter le ganó a CNN” se hiciera tan frecuente en los días posteriores, dando a entender que este acontecimiento era la primera evidencia palmaria de que las redes sociales estaban aquí para ser los naturales sucesores de los dinosaurios llamados “los medios tradicionales”. Sin embargo, el siguiente artículo de TIME pone las cosas en la balanza y descubre que hay cinco razones por las cuales no es bueno precipitarse anunciando el fin de una era. Mal que mal, la prensa tradicional sigue siendo más acuciosa y creíble que las redes sociales cuando se trata de comprobar hechos tan extraordinarios como aquel que relataba durante una tarde de junio que el más famoso cantante de los últimos treinta años había sido internado en un hospital de Los Angeles al borde la muerte.