El mundo académico y cultural de Chile no podía quedar fuera de los múltiples seminarios y celebraciones que se harán con motivo de los 80 años de Habermas. Es por esto, que la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez, en conjunto con el Instituto de Humanidades de la Universidad Diego Portales, presentan el seminario: “Habermas, a sus 80 años”.
Grandes exponentes del mundo académico nacional e internacional, participaran de este encuentro que busca conocer y debatir en torno al pensamiento de uno de los filósofos alemanes más destacados a nivel mundial. El seminario contará con la destacada participación de Cristina Lafont (Northwestern University) y Horacio Spector (Universidad Torcuato Di Tella) entre otros especialistas chilenos.
8 y 9 de septiembre
15:30 a 20:30 horas
Escuela de Gobierno Universidad Adolfo Ibáñez
Instituto de Humanidades Universidad Diego Portales
HABERMAS a sus 80 años - Un ícono de la Teoría de la Democracia
Premios y celebraciones en torno a su figura ha recibido recientemente Jürgen Habermas, la ocasión: el cumpleaños numero 80 del destacado filósofo a nivel mundial. Definido como el filósofo alemán más relevante de la postguerra por el propio ministro de relaciones exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, la prensa internacional, las comunidades filosóficas y políticas, se preparan para rendirle tributo al ícono de la Teoría de la Democracia.
Más allá de la vigencia que pueda alcanzar hoy en día el pensamiento de Habermas, es incuestionable que nos encontramos frente a un símbolo de la filosofía mundial. Pocos como él han alcanzado ser premiados y reconocidos innumerables veces a nivel mundial. Habermas cuenta con una característica única: hacerse conocido y respetado fuera de la esfera de los especialistas, no en vano al momento de recibir el prestigioso Hegel-Preis, Dieter Henrich lo comparó con el propio Heidegger.
Así mismo, el dirigente político conservador español, Manuel Fraga, al momento de otorgarle el Premio Principe de Asturias el año 2003, en su calidad de presidente del jurado, lo definió como: “un clásico de las ciencias sociales y la filosofía, una cumbre del pensamiento humanista y cosmopolita, en busca de soluciones prácticas para la democracia presente y futura”.
La trascendencia de su basta obra, que abarca desde la ética del discurso, la metodología de las ciencias sociales, la relación entre poder y ciencia y una teoría general de la sociedad post-industrial, descansa entre otras cosas por tratar de configurar una teoría de la democracia desde la normatividad intersubjetiva de los individuos, aquella que va más allá de sus propias preferencias ideológicas.
No es casual que con motivo del cumpleaños número 60 de uno de sus principales discípulos, Axel Honneth, se organicé en Alemania un seminario de celebración que analiza las contribuciones de Habermas y Rawls a la teoría política. Con el gran pensador americano, lo unió más el encuentro que la diferencia y al igual que en éste, la democracia descansa en principios normativos y de racionalidad.
Las democracias de nuestro continente, aun incipientes como demuestran los casos de Venezuela y Honduras, pueden aprender del octogenario filósofo al entender que la convivencia política implica valores compartidos mínimos que les den sustentabilidad y permitan una mayor participación de la ciudadanía.
Habermas, ha sido catalogado varias veces como “la conciencia moral de Alemania”. Sin duda su invitación es ha repensar las sociedades y su estructuración, no desde la mera ciencia y el desarrollo tecnológico, si no desde el fundamento moral que nace de la misma interacción de los individuos. Eso explica porque su nombre, al igual que el de Rawls, sigue produciendo un atractivo y se reconoce más allá del ámbito de los especialistas.
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